Sangre oxigenada
A través de la sangre los órganos de nuestro cuerpo reciben el oxígeno que necesitan para funcionar y con la oximetría se puede conocer si la cantidad de este es la adecuada. Conoce de qué se trata esta medida. ¿Alguna vez has escuchado que el nivel de oxígeno en la sangre debe estar […]
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A través de la sangre los órganos de nuestro cuerpo reciben
el oxígeno que necesitan para funcionar y con la oximetría se puede conocer si
la cantidad de este es la adecuada. Conoce de qué se trata esta medida.
¿Alguna vez has escuchado que el nivel
de oxígeno en la sangre debe estar por encima de 94%?, ¿Te has preguntado qué
quiere decir esto y qué puede pasar si es inferior a este valor? Tranquilo, lo
primero que debes saber es que no siempre que está por debajo de 94 significa
que haya un problema de saturación, todo depende del cuadro clínico del
paciente, incluso, pacientes con enfermedades pulmonares crónicas, aunque
saturen 84% están tranquilos y no presentan otros síntomas de alarma. A
continuación te explicamos más para que identifiques en qué casos es necesario
utilizar una fuente externa de oxígeno.
Saturación de oxígeno
Es una medida que indica la cantidad de
oxígeno que tienen los glóbulos rojos en la sangre, estos son los encargados de
transportarlo a todos los tejidos del cuerpo.
Cómo se mide
El nivel de oxígeno en la sangre puede
medirse de dos formas:
- Oximetría
directa. Consiste en un examen de
laboratorio en el que se extrae sangre de una arteria de la muñeca (las
arterias son las que llevan el oxígeno, no las venas) para medir la
cantidad de oxígeno. Si bien esta medida es dolorosa, por la pronfudidad
de la arteria, es la más confiable.
- Oximetría
indirecta. Se utiliza un oxímetro de pulso
que mide a través de un sensor la cantidad de oxígeno que circula por el
dedo. Esta medida no es completamente fiable, está sometida a errores
porque factores externos como el clima frío pueden influir en el valor.
En
este caso, por ejemplo, la persona puede tener vasoconstricción, es decir,
tener los dedos morados a causa del frío, y si se realiza una oximetría de
pulso el valor puede ser inferior al considerado como normal, 94%, aun así, la
persona está completamente bien pues no tiene otros síntomas que hablen de una
desaturación.
Precaución con esta medida
El porcentaje de saturación de oxígeno
en la sangre es un apoyo diagnóstico, no determina si una persona requiere o no
terapia con oxígeno externo. El médico siempre debe correlacionar esta medida
con el cuadro clínico del paciente: si además de una saturación baja tiene
dificultad marcada para respirar y no se ve bien, esto indica que hay que
actuar pronto.
Síntomas
Un paciente con baja saturación también
puede presentar:
- Cianosis, es decir, los labios y los dedos se
vuelven morados por la falta de oxígeno.
- Palidez.
- Sudoración.
- Debilidad y somnolencia.
- Mareo.
- Visión borrosa.
- Alteración de la conciencia, incluso puede
llegar a perderla.
En quiénes se da
Quienes tienen alguna patología
respiratoria como Epoc, neumoconiosis, fibrosis pulmonar, asma u otra, o alguna
patología cardiovascular como un infarto agudo al miocardio, son más propensos
a la desaturación de oxígeno. Sin embargo, una persona sana también puede
desaturarse. Por ejemplo, cuando se está a grandes alturas, la cantidad de
oxígeno en la sangre baja, lo que causa mareo, dolor de cabeza y dificultad
respiratoria.
Cómo se trata la desaturación de oxígeno
Cuando una persona no tiene la cantidad
de oxígeno suficiente en su sangre, lo primero que hay que hacer es saturarla
con una fuente externa de oxígeno. Puede hacerse a través de:
- Cánula nasal.
- Máscara de alto flujo de oxígeno.
- Máscara con sistema Venturi, que permite
aumentar el flujo y la concentración de oxígeno para que el paciente se
recupere.
DESTACADO
La gasometría arterial es una prueba
más completa: además de medir la cantidad de oxígeno en la sangre, mide el
dióxido de carbono y el pH (la acidez).
Fuente: Alejandro Rivas,
director médico EMI.